«Las Fronteras Invisibles»

Ediciones Lengua de Trapo

Madrid, 2005; 126 páginas

La crítica dijo

“La reflexión que inicia esta novela nos interroga acerca de cómo hemos llegado a ser lo que somos. (…). El argumento de Las fronteras invisibles nos advierte de que la comunicación con los demás es sólo posible hasta cierto límite, ya que siempre hay un desconocimiento esencial del otro. (…). Dos hechos nos alertan: la irrupción de un final de inesperada estridencia, fulminante, que nos revela que éste es un mundo de máscaras; y el vacío en que el autor nos deja a propósito de la explicación que merecen los hechos. Un gesto de confianza que el lector agradece porque la novela continúa más allá de su lectura”. Arturo García Ramos, en ABC de las Letras.

“Nuestro autor practica aquí una de las técnicas más difíciles: la renuncia, la sobriedad narrativa; escribe y denuncia sin contemplaciones. Es más, al conjugar calidad y brevedad, hizo más viable el libro, en el sentido económico y en el filosófico; puede leerse en lo que dura un partido de fútbol y el lector saldrá ganando. Este crítico lo disfrutó hasta más allá de la última página, hasta la última intención, que lleva cofia y mandil”. Pepe Monteserín, en La Nueva España.

 

“Manuel García Rubio narra con maestría y agilidad, gracias a mecanismos como la elipsis o el sobreentendido, una historia cotidiana, llena de casualidades, de sentimientos y de recuerdos que brotan de un reencuentro que llevará al protagonista a tiempos pasados que removerán su conciencia”. Para leer algo, en Cadena 100.

“En Las fronteras invisibles, Manuel García Rubio nos obsequia con una historia tan sencilla como cruel, en la que demuestra ser un gran conocedor de los mecanismos propios de la novela corta”. Rubén Espiniella, en El Comercio.