El sentido de las cosas es la descripción de una jornada inesperada y excepcional en la vida, hasta entonces perfectamente programada, de su protagonista. Con la ironía -a veces cruel y otras melancólica- y un cierto humor siempre sutil, Manuel García Rubio utiliza la perplejidad en la que Zacarías Cruz se debate desde las primeras páginas para levantar acta de notoriedad de las contradicciones, latentes en el mundo moderno, entre las necesidades del individuo y una cultura dominante débil, estéril e invadida por referentes “listos para llevar”.